lunes, 12 de diciembre de 2011

Si me giro, te perderé para siempre. Pero quiero mirar.

Te paras, piensas, y sientes esas ganas de volar en contra del viento. Notas como un escalofrío te estremece de oreja a oreja y sin poder negarlo, te auto acaricias el cuello con la mano menos habitual... te miras al espejo, y ves a otra persona, pero sabes que tu eres la que esta dentro. En realidad, te sientes como si fueras un extraño, sensación que ocurre cuando no haces lo que quieres.
Yo, hoy, no lo hice. Quería besarte.







Enya.

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